martes, 25 de octubre de 2011

Echinostelium minutum



Mi minutum , la marea que reza
y llora cuerpos
destrozados,
desgarrados por uno volador
que los pica cuando flotan al sol,
todo ese exquisito bronceado,
toda esa belleza.

Esa boca, esos dientes
esas lenguas que se agitan
comen
comen perlas
comen gusanos
chupan costras
la espuma de mar de la boca de Dios
o el omnipotente arco de una pierna perdida.

Santa Maria de los mares,
te toco los muslos,
busco el origen,
todo es un torbellino de alga y pan mojado,
como se tortura a si misma,
como le encanta torturarse.

El dominio recae en un injusto leopardo marino,
cola engañosa
los colores que me faltan,
o una cara blanca con grandes ojos,
que pueden escribir grandes historias con solo mirar.

O losmios adormilados,
la carga pesada de morir viviendo
con todos esos fantasmas,
que todo lo tienen de cuerdo
surgen comopalpitaciones
de una mente que sangra al recordar.

La pura y santa sangre,
del hijo imaginario,
acurruca en su pecho
el más grande panal,
produce
la miel de la discordia,
de la locura , de la embriaguez,
el dolor que amamanta,
la teta que no se acaba

Los viejos ahi riendose,
con los choclos entre las bocas,
el viejo y la vieja aprovechando un vino
pa pasar el frio que pronto viene
y que se los lleva al salon de baile
ese grande y oscuro,
quizas infinito,
con todas esas voces circulando por el megafono,
o una sintonizacion erronea de su aparato auditivo.

Echinostelium consume mi regazo,
el comienzo de algo que se va,
otra despedida más,
que rompe el espacio tiempo.

Seré la emotividad misma,
o la misma resurrección
el cuello que tiene boca,
y que sigue jugando a la inocencia

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